15 de abril de 2011

PESCA – A cucharilla y con muerte

Medio Ambiente corrige la nueva normativa de pesca

Pedro Vizcay / El malestar generado entre los pescadores, unido a la confusión generalizada por la normativa de pesca, propicia una rectificación en toda regla de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León cuyos responsables han tenido duras críticas en los medios de comunicación especializados. La polémica surgió a partir del artículo 6.2.1. de la Orden de 18 de noviembre que establece la normativa anual de pesca y que dice textualmente: «En todas las aguas declaradas trucheras, excepto de los cotos intensivos de pesca, si el aparejo de pesca está formado por 2 o mas anzuelos, estos deberán ir desprovistos de arponcillo. Esto último no será de aplicación en la modalidad de lance conocida como mosca a la leonesa, ahogada o con boya». Posteriormente, se aclaró que se entiende por aparejo el arte constituido por dos o mas señuelos, entendiendo por señuelo cada elemento que utiliza el pescador para atraer al pez: una cucharilla, un rapala, un pez de vinilo o una mosca artificial. En todo caso si el señuelo lleva varios anzuelos, no será preciso eliminar el arponcillo. Pero también, y para facilitar la comprensión, era preciso realizar una rectificación por escrito.

El pasado martes, 12 de abril, el Boletín Oficial de Castilla y León publicaba una Orden que modificaba la anterior. La modificación se limitaba a cambiar el párrafo descrito en el sentido de poner la palabra «señuelos» donde anteriormente ponía anzuelos. Se entiende así que a partir de la fecha mencionada pueden utilizarse legalmente las cucharillas, rapalas o vinilos sin necesidad de aplastar la muerte o cortar dos de los tres anzuelos de la «potera». En opinión de los pescadores «para este viaje no hacían falta alforjas».

Alguien pudiera pensar que es sido un simple error de interpretación, pero lo cierto es que los responsables de Medio Ambiente persistieron en dicho error al enviar unas instrucciones claras y precisas, incluso con gráficos, a las tiendas de pesca los días previos a la apertura, para dar difusión a la orden ahora rectificada. También la guardería de la Junta informó a los pescadores los primeros días en el mismo sentido. Así la gran mayoría de aficionados «mutiló» su cucharillas para cumplir la Ley, mutilación que ahora se hace innecesaria. Pero el problema que ha generado el «donde dije digo digo Diego» va mucho mas lejos que unas simples cucharillas a 1,50 euros la unidad. Resulta que se han producido bastantes denuncias y retiradas de cañas por este motivo. Si bien al parecer los agentes forestales de la Junta habrían recibido instrucciones de informar antes de denunciar, la Guardia Civil se tomó la cosa al pie de la letra, como realmente debe ser, y realizó las pertinentes denuncias que con toda seguridad serán efectivas si se realizaron desde el día 3 de abril, fecha de apertura, al 12 del mismo mes, fecha en que se publicó la rectificación.

Los bandazos y despropósitos de los responsables de Medio Ambiente en materia de Pesca culminarán, si nadie lo remedia, con la aprobación de una nueva Ley de Pesca para Castilla y León que ha conseguido dividir profundamente al colectivo de pescadores. En todo caso esto sucederá en la próxima legislatura, esperemos que con responsables políticos y técnicos mas dialogantes y mas conocedores del siempre complicado mundo de la pesca, capaces de descender a las riberas y a los «cascajares» desde la moqueta de los despachos.

Fuente: Diario de León

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