19 de julio de 2011

POLIDEPORTIVO – Las ‘heridas’ del pabellón de San Antonio

Una de las goteras del polideportivo municipal de San Antonio
Varios lustros contemplan a la segunda instalación deportiva cubierta de la capital abulense, el polideportivo municipal de San Antonio. Después de muchos años contando únicamente con el gimnasio-pabellón de la Ciudad Deportiva, vino a satisfacer una imperiosa necesidad para la práctica deportiva, viviendo en él jornadas de gran emoción en partidos de ligas europeas de voleibol femenino o viendo como el baloncesto volvía a resurgir en la ciudad, con el nacimiento y ascenso del Óbila Club de Basket, que se trasladó hace un par de temporadas al nuevo Centro de Usos Múltiples Carlos Sastre.

El tiempo ha ido dejando sus huellas cada vez más visibles en el pabellón de San Antonio. Llama la atención desde hace bastantes meses la enorme gotera que vemos en la imagen superior, situada a la derecha de la entrada al recinto. Tras haberse caído el recubrimiento del techo, la acción del agua ha dejado al descubierto las rajadas bovedillas y viga del paramento superior, con alto riesgo eléctrico por la proximidad de unos tubos fluorescentes.

Cuando llueve, el líquido elemento cae sobre el suelo formando un charco sobre el resbaladizo pavimento, en un lugar que coincide con el pasillo de acceso hacia el graderío derecho. Para solucionar este problema se ha recurrido a cubrir la zona con un trozo de moqueta para que absorba el agua, tal y como observamos en la foto inferior. El mal estado de mantenimiento de la instalación viene dejando perplejos a más de un forastero, como fueron las caras de asombro que pudimos ver en los participantes del último Campeonato de España de Kárate de Clubes.

Trozo de moqueta para absorver el agua de las goteras
La chapuza adoptada es digna del mejor ‘ingeniero’. Quizá sirva para ‘justificar’ la existencia de un inoperante Patronato Municipal de Deportes, que tiene al amparo de su manto tan sólo una única instalación deportiva como es el pabellón de San Antonio; las demás están en manos de la gestión privada. El caso es que este recinto necesita un ‘lavado’ a fondo y las obras de reparación y mantenimiento necesarias para que la dejadez no deteriore más este polideportivo que ha sido tan emblemático para el deporte abulense. Es tarea que corresponde acometer al nuevo concejal de Deportes, Miguel Ángel Abad, quien ha recibido de Patricia Rodríguez, un caudal hereditario muy disminuido, después de la nefanda hégira de la edil ascendida a teniente de alcalde, bajo cuyo mandato el deporte de Ávila ha llegado a tocar fondo.

Cristales rotos en una de las ventanas del pabellón

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