2 de agosto de 2011

POLIDEPORTIVO – El abulense José Luis Gil se doctora con una tesis sobre un modelo de instalación deportiva para la Educación Secundaria Obligatoria

José Luis Gil durante la exposición de su tesis doctoral
El abulense José Luis Gil Sánchez, que pertenece al grupo de investigación IGOID (Investigación en la Gestión de Organizaciones e Instalaciones Deportivas) de la Universidad de Castilla-La Mancha, además de ser maestro en el CEIP “Toros de Guisando” de El Tiemblo, ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude tras la presentación de la tesis doctoral “Propuesta de instalación deportiva para la práctica de la Educación Física en la Educación Secundaria Obligatoria en Castilla y León”, que ha estado dirigida por las doctoras Leonor Gallardo y Marta García.

Gil, que es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ha presentado una propuesta arquitectónica modelo para la construcción de instalaciones deportivas escolares para la ESO en Castilla y León. Dividida su tesis en tres estudios, el primero recoge la opinión del profesorado de Educación Física respecto a cómo deberían ser las instalaciones para la práctica de esta asignatura, en el segundo se realiza un análisis del estado de las instalaciones deportivas de los centros educativos de Castilla y León, para finalizar con una valoración y propuesta definitiva realizada por un grupo de expertos arquitectos deportivos respecto de las características constructivas y de diseño que ha de tener una instalación deportiva escolar para la ESO.

Teniendo como referencia la experiencia de la realidad docente, esta tesis doctoral pretende contribuir a que la práctica educativa mejore en la organización de unos espacios y unos medios que garanticen plenamente la realización de la Educación Física, contribuyendo con ello a su evolución en cuando al diseño, siendo una referencia para la Administración, arquitectos, equipos directivos y profesores, implicados de una u otra manera en la construcción de estos espacios deportivos.

El tribunal encargado de evaluar la tesis estaba integrado por dos catedráticos, uno de la Universidad de Castilla-La Mancha y otro de la Universidad de Alcalá, además de tres doctores procedentes de la Universidad Europea de Madrid, la Universidad del País Vasco y la Universidad de Murcia.

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