14 de abril de 2012

MONTAÑISMO – Alta cocina a 4.000 metros

El cocinero de la expedición de Carlos Soria en el Annapurna desvela sus secretos para alimentar a los alpinistas

Su nombre es Ngatemba Sherpa, pero en la Expedición BBVA-Carlos Soria al Annapurna, todos le conocen como "Nathi the Cook" [Nathi the cocinero, en inglés]. Es sin duda el gran descubrimiento para todos los expedicionarios, acostumbrados en anteriores viajes al Himalaya a aburrirse de comer sopas de sobre, latas y macarrones con tomate. No obstante, con Nathi al mando de la tienda de cocina, cada comida o cena es una sorpresa: los platos de carne humeante, las empanadillas japonesas y la lasaña están a la orden del día.

El campo base de la cara norte del Annapurna, a diferencia de lo que sucede en algunos ochomiles, está a varios días de camino de cualquier lugar habitado. Las expediciones que intentan su cumbre deben nutrirse de alimentos imperecederos, por lo que la carne y la verdura fresca son objetos casi de lujo. Sólo esporádicamente, cuando algún alpinista anuncia su llegada -ya sea andando o en helicóptero-, se trata de aprovechar el viaje para abastecer a quienes ya están arriba.

La "tropa" de Nathi se reduce a un par de ayudantes, y al grupo de sherpas que le ayudan de vez en cuando. Su "imperio" es una tienda de campaña bajo la cual se han construido dos grandes encimeras de piedras que sujetan en equilibrio unos cuantos quemadores de queroseno, a los que hay que sacudir con un émbolo para que generen gas. Ha construido una nevera con un bidón, que mantiene fría a base de cubrirla con paladas de nieve. Una rudimentaria olla a presion y unas cuantas cacerolas y palanganas completan el instrumental. Con eso, sudor, paciencia e imaginación, el menú puede ser de lo más creativo: sardinas fritas rebozadas, hamburguesas con vegetales, huevos rellenos, pizzas...

En esas condiciones, junto a las más duras de nieve, viento y frío polar, se hace difícil mantener una dieta equilibrada. Sin embargo, el cocinero Nathi tiene clara su misión: "Mi objetivo es ayudar a que Carlos Soria haga cumbre. Por eso intento alimentarle lo mejor posible". Después de 14 años entre cacharros, paquetes de arroz y rudimentarias utensilios para cocinar, Ngatemba Sherpa ha desarrollado un sexto sentido para superar las circunstancias, y adaptarse a lo que requieren sus clientes a los que tiene que dar de comer durante casi dos meses: "He cocinado para checos, rusos, italianos... salvo los chinos y los coreanos, que son más complicados, sé lo que les gusta a cada uno. Pero para mí, cocinar para españoles es lo más fácil y agradecido", explica en un inglés parco pero directo.

"Yo nunca había visto nada igual", comenta con una sonrisa Carlos Soria. "Es cierto que en las expediciones cada vez se come mejor, pero esta vez está siendo fenómeno. Los cocineros hacen unos platos increíbles, teniendo en cuenta las condiciones en las que trabajan. Hasta hacen tartas y bizcochos. Es impresionante. Yo creo que voy a volver con más peso a España".

"Nathi the Cook" ha llegado a cocinar durante muchos días a 6.400 metros en el campo 2 del Everest. Y ya había trabajado con expediciones procedentes de España, lo que le ha hecho aprender mucho sobre sus gustos. En días pasados ha sorprendido con excelentes platos caseros, tales como cocidos, alubias y tortillas de patatas. E insiste en que no necesita más para tener contento a su público, que cada noche le aplaude después de probar su último plato, aunque para la próxima expedición le ha pedido a Carlos Soria un pequeño horno a gas que le facilite el trabajo. Ah, y que no se olvide de decirle a su jefe lo contento que está con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario