FÚTBOL – El nuevo Real Ávila

La plantilla que luchará por la salvación en poco se parece a la que inició la temporada

El Real Ávila en la Nueva Balastera ante el Cristo Atlético / EL NORTE DE CASTILLA

Ángel G. Alameda / Un total de 16 finales le quedan al Real Ávila de aquí a final de temporada, que deberá afrontar con un plantel que en casi nada se parece al que comenzó de forma precipitada allá por el mes de agosto del pasado año. En noviembre se cambió de entrenador cogiendo las riendas el canario Toni Ayala y en el álbum de cromos de los futbolistas han ocupado huecos una decena de jugadores nuevos y se han ido ido once en lo que llevamos de campaña.

Las más recientes caras nuevas han sido el central Marco (La Unión), el lateral zurdo Dela (Villarrobledo), el centrocampista Miguel (Missouri Valley College) y los centrocampistas Nata (Fuenlabrada) y Dani Cintrano (Los Barrios). Antes que ellos y ya con la temporada comenzada llegaron el defensa Edu Cruz (Villarrobledo), el medio Rony (Hellín) y el mediapunta Bruju (Beroil Bupolsa). También vinieron con el calendario iniciado y ya no están el interior Samu Tomillero y el delantero Gus Sanneh. Tampoco siguen en la plantilla encarnada Albert, David Viciedo, Yersith, Sergio Morilla, Benji, David Muñoz, Cris y Borja, que vieron cortada antes de tiempo, por unos motivos u otros, su presencia en el conjunto abulense. Ni siquiera llegó a tener ficha por problemas burocráticos el delantero marroquí Mouad.

Se mantienen de los que emprendieron desde principio la aventura de defender al Real Ávila los porteros Darío e Iparraguirre; los defensas Javi, Josito, Jose Mari, Zaka, Dani y Llorián; los centrocampistas Kilian, Álex Rabadán y Vitolo; y el delantero Adri. En la órbita del equipo hay varios juveniles. El que más presencia ha tenido, incluso siendo titular en varios partidos es Sergio Mayorga. También se ha contado con Oli, Perdi y Raúl.

De esta forma, Toni Ayala cuenta para la primera plantilla con una veintena de jugadores para conseguir permanecer en Tercera División. La remontada que pretendía iniciar el próximo domingo en el Adolfo Suárez ante el Becerril, tendrá que esperar por la huelga del fútbol que ha suspendido todas las competiciones federativas. Un parón que perjudica más que beneficia al Real Ávila cuando empezaba a meterse en faena positiva tras su empate en el campo del Cristo Atlético.

El gol empieza a llegar

El conjunto abulense había roto en Palencia el gafe que le persigue durante toda la temporada de no perforar la portería contraria. En la Nueva Balastera fue capaz de marcar dos goles en un mismo partido, algo que sólo había logrado en una ocasión en toda la temporada. Ocurrió en Simancas, con derrota por 4-2 ante el equipo de la villa simanquina.

Los tantos de Zaka y Miguel sobre el Cristo Atlético rompían una racha negativa de cinco encuentros seguidos sin marcar gol alguno, circunstancia que se ha producido en once partidos más. Demasiados choques sin ver la portería contraria y que ha sido una de las principales causas por las que el Real Ávila se ve en lo más hondo de la clasificación.

Las alarmas siguen encendidas ante la carencia de gol pero se espera que las dificultades sean solventadas y las dianas, como las victorias, vayan llegando para hacer desaparecer los fantasmas del descenso. Está claro que un triunfo en el próximo partido será la mejor manera de cambiar el rumbo y de reivindicar la valía de la nueva plantilla a la que se pide que haga el milagro de mantenerse en Tercera División. Aunque los últimos resultados no han acompañado, ya se ha visto una modificación positiva en el juego ofrecido por el Real Ávila.

Aún restan 48 puntos en juego, algo más del triple de los que suma actualmente. No hay nada decidido y el Real Ávila, jornada a jornada, puede huir de la zona de descenso para seguir en categoría nacional y mirar con mejor perspectiva un proyecto con mayores aspiraciones deportivas la próxima temporada.